DESAFÍOS QUE ENFRENTA LA INTEGRIDAD LAS EMPRESAS EN ESTA ÉPOCA
Al igual que en cualquier otro ámbito organizacional, el compliance en época del COVID-19 está lleno de diferentes retos a superar, pues cuestiones como las restricciones sanitarias y el trabajo remoto han supuesto toda una carrera contra reloj para superar los desafíos del cumplimiento normativo en cada área y labor.
Así que, si deseas saber más de este tema, sigue leyendo y conoce los 5 principales desafíos que la integridad de cada empresa está enfrentando en esta época.
PRINCIPALES DESAFÍOS

1: Crear o revisar el Sistema de Detección y Prevención de Delitos
Ya sea que se tenga o no, el compliance en época del COVID-19 requiere, forzosamente, de la implementación de un Sistema de Detección y Prevención de Delitos pues recordemos que la mayoría de las empresas sufrieron un cambio profundo en la forma de operar, trabajar y ofrecer sus productos y servicios, así que habrá que:
- Identificar y actualizar riesgos nuevos y existentes.
- Definir y destinar recursos para la prevención y/o contención de dichos riesgos.
- Si no se tiene, fijar un organismo o, al menos, una persona responsable del control y observancia normativa.
- Fijar o reforzar canales de denuncia y detección.
- Crear o reforzar un sistema disciplinario.
- Recordar a los colaboradores las políticas y reglas.
Y, por supuesto, realizar una debida labor de documentación sobre todos los cambios, especialmente de aquellos que respondieron a las recomendaciones de las autoridades en cuanto al control de la pandemia, siempre buscando la mejora continua con base a la ponderación de los riesgos.
2: Un buen compliance puede mejorar tu reputación
Otro desafío del compliance en época del COVID-19: las respuestas tardías a las medidas de prevención contra el virus provocaron difíciles situaciones en muchas empresas, incluyendo contagios masivos o clausura de oficinas.
Así que, a pesar de que nadie está en condiciones de predecir qué sucederá de forma exacta, es un hecho que aplicar buenas medidas de compliance para controlar los nuevos riesgos y las acciones para prevenirlos y contenerlos, mejorará de forma notable la reputación de cualquier marca u organización, haciéndose notar como un buen gestor de contingencias, así como un buen protector(a) del talento humano.
¿Otro beneficio adicional? Al mismo tiempo, se reducirán los riesgos laborales o factores psicosociales (incluso si se presentan) pues las medidas preventivas mejorarán las diligencias para definir responsabilidades y posibles sanciones.
3: Aprovechar la inversión y el financiamiento
Ahora bien, por supuesto, otros retos de integridad del compliance en época del COVID-19 serán, todos los relacionados al área financiera y al posible incremento de fraudes debido a diversos factores, incluyendo la lejanía de los equipos de trabajo y la relajación de las medidas de control.
Por lo tanto, habrá que analizar y poner atención a 3 puntos esenciales:
- Baja de salarios y riesgo de pérdida de trabajo, lo cual podría ser una nueva motivación para realizar actos corruptos o fraudulentos.
- Foco en los nuevos financiamientos gubernamentales o privados, mismos que se están dando con poco tiempo de antelación y, muchas veces, con procesos no comprobados.
- Consideración de que todo “gasto” realizado para prevenir riesgos, en realidad será una inversión, siendo vital situarnos en mejores posiciones para afrontar problemas.
Viendo de forma clara, que habrá que profundizar en las áreas que puedan debilitar nuestros controles internos.
“Todo fraude requiere que estos tres elementos – oportunidad, presión y racionalización – estén presentes (conocido como el Triángulo del Fraude). COVID-19 ofrece los tres y más. “
Ignacio Cortés / Forensic & Integrity Services Leader,
4: Foco en el trabajo a distancia y el riesgo de crimen cibernético
Por otro lado, otros claros desafíos del compliance en época del COVID-19 son, por supuesto, aquellos generados por la migración al trabajo a distancia y el consiguiente incremento del riesgo de crimen cibernético, por lo que, a fin de preservar la integridad, tendremos que observar con especial atención los siguientes puntos:
- Nuevas formas de pishing, incluyendo solicitudes extraordinarias de elementos internos de la compañía o, incluso, de impostores de las autoridades nacionales que solicitan, por ejemplo, pagos de multas.
- Hackeos con clickbaits usando envíos de mensajes con archivos “vitales” o falsos enlaces a sitios de gobiernos.
- Aumento de espionaje industrial contactando a empleados de forma remota.
- Falta de capacitación del personal para el uso de todas las herramientas digitales.
Todos estos, puntos esenciales para no perder la confianza de clientes, accionistas, proveedores y los propios colaboradores, además de claro, para poder seguir operando con fluidez en nuevos entornos de trabajo e intercambio.
5: Usar la integridad como diferenciador de compliance en época del COVID-19
Finalmente, y como una suerte de resumen, definitivamente habrá que reafirmar que la integridad, en estos tiempos, será un diferenciador más que esencial, por lo que los líderes de las empresas, así como de los temas de compliance, tendrán que pensar en generar un programa de integridad que contemple:
- Las 4 epígrafes: gobierno corporativo, cultura, controles y procedimientos.
- Reforzamiento sobre conductas apropiadas u coherentes, así como sus medios de comunicación y dirigencia.
- Procesos para identificar sesgos administrativos o segregación de funciones.
- Procesos ante posibles incumplimientos de deudas u otros compromisos comerciales o empresariales.
- Formas de motivación para la consecución de comportamientos correctos de los colaboradores.
- Procesos de gastos, provisiones y metas de ingresos.
Y claro, como mencionamos antes, considerando la máxima alerta de los auditores internos y externos ante posibles fraudes y actos corruptos.
ES MOMENTO DE PRESTAR ATENCIÓN

Muchas personas han argumentado que es momento de “sobrevivir” y olvidarse un poco de la integridad. Pero, como vimos, nada más alejado de la realidad, pues en esencia, la resolución de crisis se deberá seguir viendo a largo plazo y sustentando las buenas relaciones internas y externas.
Así que, no nos vayamos sólo por “medidas de emergencia” y distingámonos por un actuar sosegado, correcto y puntual que, a final de cuentas, nos llevará nuevamente a la estabilidad.